Un proyecto de Hardware Libre para Escanear Libros

Habrá quienes lean este post y piensen que es demasiada tramoya para escanear un libro, sin embargo, creo que este proyecto está muy bien argumentado y documentado.

Si alguno está interesado en el manual de construcción, puede descargarlo desde aquí.

Este proyecto, definitivamente, puede ser, además de todo, una forma más para reducir la destrucción del medio ambiente.

De las Descargas de Internet o de cómo funcionan los préstamos digitales

JUAN MANUEL DE PRADA (Tomado de ABC.es)
Lunes , 07-12-09
DURANTE miles de años, el mero concepto de «propiedad intelectual» resultó inconcebible. Al juglar que recorría los pueblos recitando romances no se le hubiera ocurrido impedir que su auditorio los memorizase y propagase por doquier, por la sencilla razón de que tales romances no le pertenecían: eran una «propiedad colectiva», brotada de los manantiales ancestrales del genio popular, sobre la que el juglar actuaba a modo de «médium» o catalizador. Con este concepto de arte nacido «desde abajo» quiso acabar la modernidad, instaurando «desde arriba» un arte que fuera instrumento de dominio sobre el pueblo, que ya nunca más sería pueblo, sino «masa analfabeta» (o, dicho más finamente, «ciudadanía»), puesto que le había sido expoliada la titularidad del acto poético. Y al pueblo al que le habían sido expoliadas las letras de los romances trataron de adormecerle la conciencia del expolio alimentándolo con «productos culturales», manufacturados por castas de «intelectuales» al servicio del dominio. Pero este arte impuesto «desde arriba» -arte que expolia la titularidad del acto poético a su legítimo propietario- tenía que mantener una apariencia «democrática». Y así, a la vez que inventa el concepto de «propiedad intelectual», que es el eufemismo con el que disfraza un expolio, urde diversos lenitivos que hagan menos oneroso tal expolio.
Uno de esos lenitivos son las bibliotecas, en donde cualquier «ciudadano» puede saciar sus anhelos lectores tomando prestados libros que lee sin abonar cantidad alguna en concepto de «derechos de autor». La existencia de bibliotecas constituye una incongruencia flagrante con la llamada «propiedad intelectual»; y todos los intentos de someter el préstamo de libros a un canon o tasa se han tropezado con la resistencia popular, en donde se demuestra que el intento de conversión del pueblo en masa o ciudadanía no se ha completado del todo. También se demuestra que los escritores, dentro del escalafón de castas de intelectuales al servicio del dominio, ocupan la posición más endeble y fácil de conformar; pues el escritor al servicio del dominio, con tal de que lo paseen por el circuito de los institutos Cervantes y le maten el hambre con alguna mamandurria -conferencias, premios oficiales, etcétera- que glorifique su vanidad, puede renunciar a su «propiedad intelectual».
Más difíciles de contentar resultan músicos y cineastas, que forman la aristocracia en el escalafón de castas de intelectuales al servicio del dominio; y, para contentarlos, el dominio se saca del magín una ley de «economía sostenible» (urdida para sostener a quienes a su vez sostienen el dominio) que persigue las llamadas «descargas de internet», a las que por todo el morro se califica de «piratas» o «ilegales». ¿Y en qué consisten tales descargas, que el domino pinta con las trazas del más execrable de los delitos? Pues tales descargas consisten en un sistema de préstamos que los internautas entablan entre sí, un intercambio desinteresado sin más finalidad que facilitar el acceso y compartir el disfrute de canciones y películas; esto es, una labor tan benemérita como la que desempeñan las bibliotecas. Pero, misteriosamente, la labor que desempeñan las bibliotecas, supervisada por el dominio, se engloba en la difusa categoría de «democratización de la cultura»; en cambio, la labor que desempeñan los internautas es calificada de «crimen», tan pavoroso que justifica que nuestras navegaciones por internet sean «supervisadas» y nuestras conexiones interrumpidas, si el dominio descubre que estamos compartiendo con otro internauta una canción o una película. Trato semejante no reciben ni siquiera los pederastas que trafican al cobijo de internet; debe de ser porque no infringen ese expolio denominado «propiedad intelectual».

Por una internet emancipada

ACTUALIZACION: revisando en twitter, veo una noticia de @radiocable (Fernando Berlín) que informa: «#manifiesto Acabo de recibir llamada de Moncloa:»Se va a cambiar.No se va a hacer nada sin mandato judicial.Ha sido orden directa de Zapatero»
Más adelante @mmeida afirma: «#manifiesto: con todas las cautelas posibles… internautas 5 -SGAE 1 😉 http://bit.ly/5Bwicp (5 minutes ago from TweetDeck)»
Según ambos apuntes las medidas de las llamadas acciones «antipiratería» no serían ejercidas de modo discrecional sino por intermedio de una orden judicial. No soy tan optimista como @mmeida, no creo que se haya ganado mucho si el discurso es el mismo .. como también afirma, hoy hemos evitado que cuele este scrowll ball, pero hay que estar alertas

Seguramente muchos de ustedes sabrán del reciente interés en los derechos de autor, del que ha sido reflejo buena parte de los blogs de habla hispana que versan sobre temas de propiedad intelectual, conocimiento libre y software libre; a raíz de la introducción de mecanismos legales tanto en Argentina como en España que afectan, directamente la libertad de los individuos en Internet.

Como no podía ser de otro modo, quiero sumarme desde este blog a la difusión de iniciativas ciudadanas en contra de estas legislaciones, y por ello las reporduzco a continuación al tiempo que les pido que hagan la difusión correspondiente.

Ya en el 2002, se hizo un Manifiesto por el ejercicio de una ciberciudadanía activa, responsable y comprometida. Este año, desde el Observatorio para la Cibersociedad, se han enfilado nuevamente los motores para atender la actual crisis ante la posibilidad de recorte de nuestros derechos en internet difundiendo este Manifiesto por los Derechos Fundamentales en Internet:

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloguers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  • 1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

    2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

    3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

    4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

    5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

    6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

    7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

    8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

    9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

    10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

  • Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet

    También, desde el FCFOrum Barcelona 2009, se ha difundido esta carta, por la innovación, la creatividad y el acceso al conocimiento.

    Y desde Argentina, se han hecho eco ante la posibilidad de que los «derechos de autor» lleguen a extenderse hasta la música. Aquí puedes ver el debate.

    Colaborar con estos empeños es muy sencillo. Con sólo difundir entre tus contactos e identidades digitales esta información, estarás contribuyendo a la sensibilización hacia el tema.

    No hagas silencio … construye el ruido.!